HISTORIAS URBANAS
en esta ocasión les traigo una historia urbana, que se llama NO SOLO LOS PERROS LAMEN que según tuvo parte en Bogotá pero no estoy seguro, lean y juzguen ustedes.
Creo que tiene una enseñanza muy clara y
aunque las cosas no sean o haya pasado con alguno de ustedes en esa manera,
seguro los afecto en otra forma que puede estar pasándole a muchos en este preciso
momento, y en mi caso si me afecto
mucho.
No sólo los perros lamen
Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande (esto para que cuidase a la niña cuando creciera), pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables.
Una noche como cualquier otra los
padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con
la niña, se postraba abajo de la cama.
La historia le sucedió a una niña de 9 años, hija
única de padres de gran influencia en la política local; esta niña tenía todo
lo que hubiese querido y deseado una niña normal con buena educación, pero con
una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y
reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.
Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un
sueño profundo, ya aproximadamente como a las 2:30 de la madrugada, un fuerte
ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces,
temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre
ella y el perro) y lo hizo y entonces ella se tranquilizó y durmió otra vez.
Cuando ella se despertó por la mañana descubrió algo
espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando
se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así: "NO SÓLO
LOS PERROS LAMEN".
Entonces dio un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación.
Se dice que cuando los padres la encontraron ella no
hablaba de otra cosa más que de "¿quién me lamió?" y decía el nombre
de su perro, se volvió loca y hasta la fecha está en un manicomio y sus padres,
tratando de olvidar lo que hallaron en el cuarto y a su hija, se fueron al
extranjero.
Y la incógnita más grande es: según los que fueron a
investigar al cuarto de la niña, el perro ya estaba muerto, es decir crucificado
en el suelo, desde hace horas. ¿Quién le lamió la mano a la niña debajo de la
cama?
BUENO realmente abecés las personas dejan a sus hijos solos por cosas que si las miras de un modo diferente no son realmente tan importantes, como para tirar al abandono a los hijos en eso del amor de padres y la presencia de los mismos, o ¿ustedes creen que no importa la presencia de los padres ?
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